Albi
es la capital del deptartamento de Tarn, en el Alto Languedoc. Divide
la ciudad el río Tarn. Dos períodos marcan especialmente
su desarrollo: la cruzada contra el Midi Languedocien y la era del
pastel em los siglos XV y XVI, que trae a la cioudad riqueza y prosperidad.
El color rosado del ladrillo que domina la ciudad le otorga un encanto
especial. Domina también el espíritu medieval, con
la imponente Catedral Santa Cecilia, la colegiata y el claustro
de San Salvi, el palacio de la Bierbie y el puente viejo, edificado
en 1040 y todavía en uso.
LOS CÁTAROS
El catarismo es la doctrina de los cátaros, un movimiento
religioso de carácter gnóstico que se propagó
por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando asentarse
hacia el siglo XIII en tierras de Languedoc, donde contaba con la
protección de algunos señores feudales vasallos de
la corona de Aragón.
Los
llamados cátaros eran un movimiento religioso-cultural, propulsor
de un nuevo orden social a partir del desarrollo individual. Desde
sus fundamentos se oponían a la Iglesia Católica,
a su doctrina, la cual negaba la posibilidad a los hombres de alcanzar
un estado de desarrollo espiritual fuera de las instituciones católicas
y sin la guía de un representante de la iglesia. La iglesia
cátara fue uno de los numerosos movimientos sociales que
intentaron romper con esta hegemonía eclesiástica
e instaurar un nuevo orden, por lo que fue perseguida. Ya por el
siglo XII, este movimiento tomó fuerza y comenzó a
ganar muchos devotos, por lo que la Iglesia Católica intentó
suprimirlo, debido a que los veían como rivales de mucha
peligrosidad.
Con
influencias del maniqueísmo en sus etapas pauliciana y bogomila,
el catarismo criticó las prácticas y la visión
de la jerarquía de la Iglesia Católica, que en respuesta
lo consideró herético.
Tras
una tentativa misionera, y frente a su creciente influencia y extensión,
la Iglesia terminó por invocar al uso de la fuerza, con el
apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación
a partir de 1209 mediante la Cruzada albigense. A finales del siglo
XIII el movimiento, reprimido con violencia por la Inquisición
y debilitado, entró en la clandestinidad, pero desde la segunda
mitad del siglo XX, el catarismo es objeto de investigaciones y
de un esfuerzo por integrar su recuerdo a la identidad de las regiones
donde se encontraba su foco central de influencia: el Languedoc
y la Provenza, regiones del "Midi" o tercio sur de Francia.
(Fuente: Wikipedia)
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