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TRAS LA HUELLA DE LOS CÁTAROS
13 - 24 de julio 2008

CENA
Al regreso de Albi Monique arrendó un auto para excursiones de más aliento porque no confiaba en el cacharro que le habían prestado en el garage.

La cena estuvo espectacular como siempre: sopa, pato, guiso de verduras con queso al horno y quesos.



No sé en qué momento del viaje mi estómago se descompensó y no me dejó en paz hasta que llegué a Suecia. Esta situación hizo crisis justamente en La Torunezie y me vi obligada a tomar unos polvos que sabían a rayos que gentilmente me había facilitado Micheline. Sin embargo consideré que no era la mejor oportunidad para hacer dietas de modo que me aguanté estoicamente las crisis y pataletas de mi desconsiderado estómago.

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Después de la cena y que Benoite se hubo ido Lorena y yo jugamos al bachillerato, no recuerdo cuál fue el resultado. Micheline y Monique veían todas las tardes la teleserie en la que trabaja Alexander. Yo tenía curiosidad por ver a Alexander, que había conocido en París en mi viaje anterior, pero sospechaba que, despues de mis magros logros en mis intentos de comunicación con Micheline, no podría interiorizarme en la historia de la teleseir. Confirmando mis sospechas, cuando sacié mi curiosidad dejé el caso porque no entendía nada.

Raphael confirma su venida. Se viene al día siguiente en el tren de la noche, llega el sábado temprano

Cuando cada uno se fue a su habitación yo hice un sudoku, como siempre, y escribí postales.
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