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CUÁLES SON NUESTRAS POTENCIALIDADES


Muchas de las necesidades del individuo se contraponen a las necesidades de la sociedad. La competitividad, la necesidad de control, la exigencia de la perfección y la inmadurez son caraterísticas de nuestra cultura actual. De este trasfondo emergen las contradicciones y la causa de nuestra conducta social. En un contexto así, ninguna psicoterapia puede ser exitosa, como tampoco un matrimonio insatisfecho puede ser mejorado. Pero lo más importante es que el individuo es incapaz de resolver sus propios conflictos internos y lograr una integración más adecuada.

Los conflictos también se extienden a lo externo. Al exigir identificación y sumisión a una autoimagen, las expectativas inapropiadas de la sociedad disocian aun más al individuo de su propia naturaleza. El primer y último problema para el individuo es integrarse por dentro y, con todo, ser aceptado por la sociedad.

TERAPIA DE GRUPO VERSUS TERAPIA INDIVIDUAL

La teoría básica de la terapia grupal es que la maduración es un proceso de crecimiento continuo en el que el apoyo ambiental se transforma en autoapoyo. El individuo moviliza y aprende a usar sus propios recursos.

En la situación de grupo ocurre algo que no resulta posible en la entrevista privada. Para todo grupo es obvio que la persona angustiada no ve lo obvio, no ve la forma de salir del impasse, no ve (por ejemplo) que la mayor parte de su sufrimiento es pura imaginación. Frente a esta convicción colectiva del grupo, él no puede usar su habitual conducta defensiva, consistente en renegar al terapeuta cuando no logra manipularlo. De alguna manera, la confianza en el grupo parece ser mayor que la confianza en el terapeuta, a pesar de toda la así llamada confianza transferencial.

Mientras un miembro del grupo está trabajando en lo suyo, el resto del grupo está comprometido totalmente y si no como participantes activos, actúan como una audiencia que es estimulada por el encuentro para hacerse un poco de autoterapia silenciosa.

Siempre es una experiencia profundamente conmovedora para el grupo y para el terapeuta, ver cómo personas que hasta entonces han sido meros miembros pasivos comienzan a volver a la vida, logran mayor sustancialidad, inician la danza del abandono y la autorrealización.


INTEGRIDAD Y AUTOAPOYO

El estado emocional de aquel que necesita manipular a otros para que lo valoren puede ser descrita más apropiadamente como un sentimiento de incomplitud.

El opuesto de la incomplitud es un estado en que el individuo se siente completo dentro de si mismo y en el que funciona de una manera íntegra.

Conductualmente, la integridad es un estado de ser en el que un organismo funciona de una manera congruente.

Las plantas y los animales usualmente son íntegros en sí mismos; incluso cuando están en conflicto con el mundo exterior, generalmente funcionan en una forma que va en favor de su propio interés.

Toda persona puede lograr la integridad, tal vez no mucha gente alcance un estado continuo de integridad en ella misma, pero a todos les es posible hacerlo, al menos de momento a momento.

El logro de la integridad, de una armonía interna del cuerpo, la mente y el espíritu, puede ser la terea más importante del hombre. Cada persona debe descubrir su propia forma de vida y que, aunque puede aprender de otros, en última instancia es ella la única responsable de su propia conducta. La palabra ”responsabilidad” es muy usada en nuestra cultura, y por lo general es sinónimo de ”deber” u ”obligación” de hacer algo que en realidad uno no quiere hacer. Este tipo de realidad es diametralmente opuesta a la complitud de la persona. Lo más irresponsable que una persona puede hacer es tratar de forzarse, por deber, a hacer algo que no quiere hacer.

EL OBJETIVO TERAPÉUTICO

El objetivo es la integración de la persona, es decir que con un buen darse cuenta, con flexibilidad y responsabilidad la persona aprenda a aceptarse a sí misma, ser lo que se es, despierta y alerta, viviendo en el presente, en contacto con el ambiente y consigo misma.

Así su mirada interior aprende a oscilar constantemente y puede adquirir la visión de conjunto que le permitirá una solución nueva, distinta a ambos polos, más creativa y sana para la persona.

En otras palabras, un proceso de expansión de la conciencia para recuperar la capacidad de autoregulación organísmica que le permita desarrollar nuevas soluciones y nuevos recursos para enfrentar las demandas de las propias necesidades y las del medio.

MIS OBJETIVOS

Me centro en la realidad de mi existencia física en el presente: siento mi cuerpo, mis sentimientos y mi experiencia sensorial de los alrededores.

Me doy cuenta del apoyo preveniente de mi propio vivenciar en contraste con el apoyo que proviene de la fantasía. (autoconcepto v/s buscando confirmación)