El Rastro fue la única actividad del domingo, día de partida de Lorena. Desayunamos un poco más tarde que los días hábiles (para Lorena) y marchamos a conocer el famoso mercado. Desde luego el concepto inicial ha variado, dominan los puestos de artículos nuevos en vez de objetos de segunda mano. Lo que seguramente no ha variado es la cantidad impresionante de gente que circula por esas calles.

Lorena se compró un vestido precioso y yo me compré una falta, que todavía no uso.


El Rastro de Madrid es un mercado al aire libre de objetos de segunda mano que se organiza todos los domingos y festivos en el centro histórico de Madrid. Surgió aproximadamente en 1740 en las cercanías del «Matadero de la Villa»,ocupando las aceras de la cuesta de Ribera de Curtidores (barrio de Lavapiés) como un zoco semi-clandestino de venta de objetos usados (denominado en el lenguaje de la época como baratillos). El Rastro poee en la actualidad más de un cuarto de milenio de existencia y poco a poco se ha ido reglamentando su existencia, así como las actividades comerciales que en el mercado se producen. El mercado cuenta con unos 3500 puestos y que se extiende por diversas calles.