La Latina era uno de los puntos recomendados a Lorena. A través de nuestro recorrido reconocí muchos lugares que había visitado con Martín en mi visita de 2007, pero entonces eran otros los nombres que recordaba. Llegamos incluso a la iglesia cuyo cerrojo fotografé y pinté.



La Latina ocupa gran parte del Madrid más antiguo, a veces también conocido como Madrid de los Austrias con el que coincide en gran medida, y guarda una peculiar organización urbana propia de la distribución medieval, con plazas amplias y calles estrechas que siguen el antiguo recorrido de las aguas. Su configuración se solapa casi perfectamente con los primeros recintos amurallados de la ciudadela del siglo IX —la almudena— y de la ciudad —la medina— que la circundaba. En sus calles han tenido presencia todos los hechos históricos sucedidos en Madrid en todas las épocas, sin perder su carácter popular. En este sentido se puede decir que La Latina constituye gran parte del verdadero centro histórico de Madrid.

La edificación del barrio es mayoritariamente del siglo XIX sobre las parcelas antiguas de edificios derruidos o derribados lo que mantiene el urbanismo de calles estrechas y quebradas junto con grandes plazas. Se trata de edificios muy característicos por sus grandes y muchas ventanas, que a veces constituyen estrechas balconadas de forja, aleros ligeramente sobresalientes con cubierta de teja árabe y fachada en mortero de color. Constan de cuatro o cinco alturas, más divididas en pisos en función del aumento de la altura, consagrándose en general la primera planta completa a residencia del propietario y el resto a alquileres.