LA CONEJA


Era una coneja coqueta
De cola enroscada y crespa,
De ojos rojos y largas orejas
Que salió un día de su cueva
Y salta que salta, se fue a dar una vuelta.

De pronto un conejo inmenso
Que miraba desde lejos,
Se acercó poquito a poco
Y dándole un sonoro beso,
La invitó a dar un paseo.

Saltaron meses enteros
Por campos, valles y cerros,
Caminos y bosques sin cuento
Dando saltitos pequeños
O dando saltos inmensos.

Cuando estuvieron contentos
De tanto saltar saltando,
Cavaron un agujero,
Un agujero tremendo,
Para pasar el invierno.

La coneja tuvo hijitos
Tan blancos, blancos, blanquitos
Como la nieve en copitos,
Que corrieron muy felices
Jugando y dando saltitos.

Salta que saltan los conejitos.